El Primer Marqués de Comillas y el Ministerio del Tiempo
Hay un refrán que dice algo así como "Aprendiz de todo, maestro de nada" dejando de lado su interpretación peyorativa, a la que no le voy a quitar la razón cuando afirma que el objetivo del individuo debería ser especializarse en alguna actividad concreta. Yo lo adapto a mi experiencia y me siento, y confío siga así de por vida, como maestro de nada y aprendiz de todo.
Sin pretender entrar en polémicas, el capítulo de la serie, de la que soy seguidor habitual, de ayer jueves día 6, “El Ministerio del Tiempo”, fue dedicado al primer Marqués de Comillas, don Antonio López y López. Con la excusa de un atentado contra el Rey Alfonso XII, invitado por el marqués en aquellos veranos de 1881 y 1882 a su vivienda familiar “Casa Ocejo” en Comillas, la trama se centró en el propio Antonio López y en la procedencia de su fortuna.
Como decía, no soy un experto en la figura del primer marqués, algo he leído como documentación para una novela que aún no ha sido publicada. En mi opinión, tal y como se contó la historia, me atrevería a decir que la imagen que dejó en el espectador es que la fortuna de Antonio López se la debe al comercio de esclavos.
Se trata, desde mi punto vista, de una visión bastante sesgada de la realidad. No voy a defender dicho comercio ni porque fuese algo habitual en aquella época, ni por su legalidad entonces, me parece del todo reprobable. Su enriquecimiento no fue ni rápido ni sencillo, ni exento de riesgos, Su suegro Andrés Bru, tuvo mucho que ver con su apoyo económico a las propuestas comerciales de Antonio López. Como posiblemente también tuviera que ver Pancho Bru, cuñado del marqués, a quién su padre desheredó en favor de Luisa Bru, su hermana y mujer de Antonio López y que dedicó su tiempo, con publicación de libro incluido, a atacar al indiano acusándole de inculto, negrero y de haberse aprovechado de la buena voluntad de su padre, forzándole a trabajar desde pequeño a pesar de ser hijo del socio.
Como todo, el paso del tiempo afecta a unas versiones y a otras, cada cual aportará su parte de verdad, sin duda, pero considero que esa parte final no es la que se ofreció en el capítulo de ayer del Ministerio del Tiempo, cuyo título “Tiempo de esclavos” ya apuntaba intenciones.
Por último, entiendo que se intentó recrear La Coteruca, idílico lugar en el que se celebraron diversas fiestas en honor de los reyes, auspiciadas por la familia Riera, amigos del Marqués. Ni en Casa Ocejo, ni en las casonas de La Portilla, Cavaducas o El Llano tenían cabida para acoger al gran número de asistentes. Ni cabida, ni las vistas que ofrece La Coteruca. Una pena que no se hubiera aprovechado el capítulo para mostrar alguna toma de la villa de Comillas.
Os dejo, para aquellos que queráis acercaros un poco más a la figura de Antonio López, y el origen de su fortuna, el siguiente enlace, con bibliografía, de diferentes autores, en este caso sí, maestros, especialistas sobre la vida del primer Marqués de Comillas.